jueves, 27 de noviembre de 2008

En mi eterno aislamiento

Olvido de odios miserables,

No me olvidé sino que he olvidado

La razón es la estupidez del mundo organizado,

He temblado al pronunciar tu nombre

Pero no queda nada en esta vida

Mujer,

Si te pierdes en el fondo del universo,

Mis recuerdos están extraídos

Del vacío de los tiempos,

De la nada de los universos,

Es aire estancado, con voces, risas,

Llantos del pasado,

Vacíos encubiertos en los armarios,

Alacenas que ya no crujen,

Brisas escondidas en mi mente,

Es mi eternidad la que manoseo.

Lázaros de la eternidad,

Y detrás mío, solo soledad,

Temblor de recuerdos del pasado

Que no quieren morir…



Victor Hugo Arévalo Jordán

lunes, 24 de noviembre de 2008

Mejores son los hermanos

del enero mordido en mi lactancia
de viento,olas y sobre todo mar
con lomos de vida abundante
que se encrespa en miedos solitarios
y sobre todo
cuando llueve sin saber por qué
tengo que ponerme el sobretodo
si el agua es mi origen,
por eso siempre tan incomprendido
tan lleno mi vaso
que resulta nuevamente
tiempo amontonado en las horas,
que mejores son los hermanos
es cierto
y no podré comprender
tanto trajín de recuerdos,
de vientos
olas y sobre todo mar
que mil bocas hermanas besan
sus rumores salados en cada hora,
en cada ola
rompiendo el silencio eterno
que cubre mi sueño lactante
cuando hoy que no hay nadie,
que no hay madre,
cuando hoy y nunca la hubo
que ya no comprendo
porque Dios dice que existe
si hay tanta injusticia negra
en esta sangre blanca de santo;
pero que comprender
si mejores son los hermanos
del enero mordido antes
que el tiempo amontonado en las horas.

Victor Hugo Arévalo Jordán
(Geometrías del dolor)

Si

Ahora dije sí a mi canto,
ahora que es alguna vez
y que soy nervio,soy fin
y pentagrama hoy
que el día es alguien conocido
y la vida es ajeno a la vida
que soy ajeno.

Dije sí a mi canto
y mi canto murió
porque lo dejé nacer.

Victor Hugo Arévalo Jordán
(Geometrías del dolor)

Alguien dijo

Alguien dijo que agarraría las flores del Tiempo
que se agitan y emergen como suaves barquillos
en el espacio azul,
danzando las flores vestidas de tul.
Y danzaría hasta el fin.

Dijo que todo sea,
nuevas formas perdidas nacieron
creadas según su fin,dijo que fue,
que es,
que será,
habló de alturas y de abismos,
esferas del bien y del amor,
y no fue posible verlo.

Por la Luz vino la Noche
y
cuando retumbó con fuerza el aborto de la duda,
cuando nacieron nuevos sonidos en caracol sólido,
cuando las alas eran huidizas del cuerpo central,
y el sonido se transformó triste en la noche
de la buena voluntad;

entonces volvió la voz de la negrura
y
alguien dijo:

Día Primero Será
y fue.

Victor Hugo Arévalo Jordán
(Dia-logos o de los enigmas del Verbo)

Pero...

Es mi jardín una pausa del tiempo,
abalorios de la naturaleza
espumas blancas cuajadas en los tallos,
reflejos azules con encajes bordados,
verdes sinfonías de anhelos
vaivén de las hojas
travesuras del tiempo
imágenes perdidas en lo Ilusorio
de la Madre Naturaleza,

pino enano y flor juvenil
azahares perfumados
aromitos y crisantemos
granados de jardín y familia de Helechos,
nuevamente los helechos,
atracción centrífuga del pasado.

Victor Hugo Arévalo Jordán
(Ilusiones)

jueves, 20 de noviembre de 2008

Abro los ojos y ...

Abro los ojos y
Me concentro unos segundos en silencio,
El Silencio es mío, fuera de mi hay bullicio,
el sol produce un ruido ensordecedor
verano, para recordar calores pasados
sudores de siempre, se pierde la suave
sensación de quietud,
o fue, sólido sol,
Entonces, tomo impulso para vivir el resto
paso firme, me queda todo un día...

Descienden airosos

Descienden airosos
En tatuajes de claveles yertos
Que otrora conmigo se congojaron

Vinieron los sembradores de cantos
En tatuajes de ríos con ojos áureos
Que otrora conmigo se congojaron

Vinieron sembradores de cantos
En tatuajes de ríos con ojos áureos
Que otrora conmigo se congojaron.

Vinieron los sembradores de trigo y besos
Con guitarras viudas y lloronas
Que otrora se congojaron conmigo.

Pero esta vez
Ya no se congojaron.
Ay del silencio, el silencio...

Victor Hugo Arévalo Jordán

Algo mas triste que el recuerdo

Del sol ardiente de las tardes de estío
Sumiso el viento, cansada la tarde,
Sin sueño, ni hierba donde tenderse,
Sin pasto que crece en la humedad
De la tarde del recuerdo, no hay perfumes de azareros
A la vista
Quedaron atrás
En la bolsa de los recuerdos
Y se marchitaron en el olvido
Pero la memoria persistente
Nos obliga a diario a recordar
Un perfume indeleble e inexistente,
Los aleteos de los insectos no se recuerdan,
Si de las aves canoras
Que antes del calor de verano
Escribieron los cantos del otoño,
Y en el otoño se alejaron volando y cantando
Melodías que contaremos en el fuego
Encendido para auyentar el frío del invierno
Tan cotidiano este año
Que no recuerdo cuando
Cambiamos de siglo.
Algo más triste que el olvido....

Victor Hugo Arévalo Jordán

Abrí los ojos y encedí la mañana

Abrí los ojos y encendí la mañana,
La piedra enternecía sus entrañas
Con cantos como el crepitar de estrellas;

El sol comienza su labor
Asoma su cabellera de oro
Refulgente
Ilumina a los árboles húmedos,
Los destellos jugaban en las pupilas
Pero no los sentí, porque abrí los ojos,
Ni sol, ni rocío, solo humedad,
Solo calor,
No pude oscurecer tanto mi interior

Angustia de tierra húmeda
Pegajosa,
Abismo luminoso el horizonte
Aves y árboles, trinos y destellos...
- Bueno, es tiempo de vida - me dije,
me molestó la persistencia del agua cantarina
y el silencio del sol, me molestó esta nada;

Me dejé estar, pero los árboles jugaban
Y el chasquido de las ramas nombraban
Inviernos abandonados.
- Es tiempo de ruido - me dije,
y el aire, olor intenso de tierra húmeda,
primitivo rocío matinal y frio rn los pulmones
me dieron los buenos días, abruptamente,
sin más preludios. La Tierra clama al Sol
y el futuro crece en mi silencio, bueno,
las aves acosan con su curiosidad
revoloteando sobre las hojas amontonadas
que también las hojas revolotean, áureas.

Posé los ojos adoloridos por tantas impresiones,
Sobre las sombras,
Las penumbras de la pieza me acosan,
- tiempo de lucha – me dije,
nueva mañana
esperando encontrarme hoy, con Dios,
como si el esperara lo mismo
pero por otro camino.

Victor Hugo Arévalo Jordán

...y es así como

van muriendo
mis tardes.