lunes, 7 de junio de 2010

Primero fuimos la mar

PRIMERO FUIMOS LA MAR.

Primero fuimos la mar de la calma,
vino el soplo de la inquietud,
y fuimos el caos.
Del caos vino el hombre,
lo es ahora
y a su origen volverá.


Leve movimiento del Hombre,
sueño creado en la desesperación estática,
despierta quien fue creado
por la espora del cosmos.
Retorna a su realidad,
contempla el infinito.


Su voz no se pierde,
retumba en la inmensidad del espacio,
todos atienden sus palabras,
el rostro del creado es la expresión del hombre,
es el gesto, es el espejo del universo:


Nada tiene linde...


Cobra vida la imágen
en óseas lineas sonoras
fraguada
en ideales y ambiciones.


Caen los astros
luceros en vértigo
de días cortos
en relojes de arena.


Impera la angustia
en coronas metálicas.


Mi esencia es ámbito corto,
grupo de átomos cansinos;
mi materia.


Oigo martilleos tangibles
de cajas vacías
de talleres con sirenas aullantes.


Víctor Hugo Arévalo Jordán
Obra: Los Augures

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