martes, 19 de mayo de 2009

Mensaje (sintiendo a América)

MENSAJE (sintiendo a América)

A estos, a aquellos, a ustedes,
Integralmente pueblo,
frutalmente suelo,
tiernamente mío.

A sus panes deshechos,
A sus caras rapaces
Creciendo en la noche,
A todos aquellos lomos de rumiantes
Descansando en la habitación
Del subdesarrollo y la impotencia

A tu voz, a la de aquél que muestra igual que tú
Los rasgos de la ira, que ambiciona
Un poco de pureza y de conciencia,
Algo de amor del bueno
Recorriendo los pastos, las calles, las costumbres.

A la gente que al igual que yo
Ama este anchor vegetal
Y piensa en un probable resurgimiento de ave,
En una posible redención del suelo.

A este Sur desmembrado en su cogollo,
A este cono heterogéneo y dominado,
A esta luz de penumbra,
A esta cabeza ciega de gigante.
A este sentir clandestino y cavilante,
A este decir tenue del asco y de las manos desnudas, despobladas.
A este no claudicar y resentirse,
A este acumularse las manos y las nucas,
A este rendirse sin fuerzas,
A este amar sin fuerzas,
A este querer algo de luz sin fuerzas.

Y también en cierto modo,
Digo de aquellos verdugos de conciencia,
Digo de aquellos armadores de la patria
Los que predican soberanía y libertad,
Los que editan el hambre y la ignorancia,
Los que pretenden ocultar
Aquellos que conviven con incienso y estatuas
Y el recuerdo de próceres pasados.

A estos, a aquellos, al hombre de mi tierra,
a este anhelo de ser y de sentirse,
a esta limitada virtud de americanos,
a este poder esbozarse americanos,
a este inicio de ojos transparentes,
a este asomo de claridad de penumbra.
Digo y sintiendo a la tierra en mi,
a mi posible tierra devastada,
a mi amor quebrado como un junco,
a mi cielo desnudo,
a mi esperanza desnuda,
aue deben florecer las calaveras,
aue debe resurgir, de otro modo.
al viento azul que habitó y fue grito,
aue es preciso sembrar y esperar
y seguir sembrando y no claudicar en la siembra,
que es necesario ser y sentirse asomo de tierra en luz
sementera y comienzo, esbozo y punta de lanza,
reguero, ave en vestigio.
A estos, a aquellos que vendrán a continuar
y a los otros, vecinos,
Hermanos en vegetal y en piedra.
suelto sin forma mi voz para decirles
de un amor pequeñito
apenas sombra enjaulada,
apenas niño desarrapado y sufriente,
endeble, desprovisto;
de los ojos cegados, confundidos
de una probable muerte en ideal,
de un no callar,
de un no abandonar este duro trabajo de formar,
de crecer,
de creer,
de ensanchar el camino,
de poblar el suelo,
de recuperar el hombre,
de sentirse, integralmente,
país, pueblo.

María Nardi

Extraído del III Festival de Poesías “Palabras en el Mundo”
Centro Cultural Municipal
Santa Fe-Argentina
16/5/09

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