lunes, 4 de mayo de 2009

Tiempo

TIEMPO

Ruedan los fragmentos de las horas
goteando entre los poros abiertos del Tiempo,
aburridos agujeros del espacio.

Sólo quedan los grilletes taciturnos del hastío
casi solitarios, esperando un futuro
encuentro.

Una larga esperanza que no tendrá fin
ni misericordia
ni orgullo de fiebre fracturado.

Me queda un cadáver triste
con milenios cósmicos huidos y sin entierro
y
con una mueca llamada sonrisa
paseando por las calles del olvido.

Las puertas murieron en la memoria
anquilosadas por tanta razón y pensamiento,
por tanto fenómeno y causalismo.

Un solo empujón bastaría para perderme
eternamente
en el fondo de esta avenida, llena de olvidos.


Víctor Hugo Arévalo Jordán

No hay comentarios: